La instantánea refleja el momento justo de la muerte de un miliciano, supuestamente, atravesado por un proyectil. Sugiere realismo, la cercanía del combate así como la crudeza que representa. Llama la atención la postura de brazos abiertos y gesto de sufrimiento que recuerda al personaje central del fusilamiento del 3 de Mayo de Goya.
Es durante La Guerra Civil Española (1936 - 1939) cuando Robert Capa toma esta famosa y polémica fotografía.
El éxito de sus fotografías tiene secreto. El secreto es la cercanía del objeto a fotografiar, en este caso el miliciano. “Capa se acercaba a la foto como nadie”, de hecho, fue el primer corresponsal de guerra en utilizar cámaras de pequeño formato para narrar lo sucedido en el frente. Como decía el mismo Capa: “Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es porque no te has acercado lo suficiente”.
Autor: Mario Nohales